sábado, 30 de abril de 2011

Las hormigas no leen (*)

Joaquín Mª Aguirre (UCM)

Hay dos tipos de libros: los libros que te exigen obediencia y los que te ofrecen libertad. Están los que alguien interpreta por ti y los que te abren mares de imaginación. Están los que no cambian siglo tras siglo y los que son nuevos cada vez que vuelves a ellos. Sí, existen dos clases de libros, como existen dos clases de seres humanos: los que viven al amparo de lo dicho y los que cada día sueñan su futuro.
El 23 de abril es el Día del Libro, una festividad comercial que trata de vender libros. No es tanto el día del libro como el día del libro-producto, el día cuyo éxito se traduce en los niveles de las ventas. Pero el éxito de los libros es otro y no todos valen para ello. El éxito de un libro es convencerte de que eres un ignorante. Hay miles de libros que nos ofrecen la sabiduría, que nos aseguran que tras leerlos ya no necesitaremos leer más. Desconfiemos de esos libros prepotentes. Los libros verdaderamente buenos son los que siembran la discordia en nuestras mentes y nos hacen dudar, al menos, una duda razonable. Los buenos libros son siempre preguntas sin responder porque reflejan la perplejidad ante el mundo.
Con los buenos libros ocurre como con la Ciencia. El trabajo de los científicos hoy es saber plantearse buenas preguntas. Saben que sin preguntas no hay respuestas. Y que cada respuesta es la antesala de la siguiente pregunta. Los buenos lectores, como los buenos científicos, siempre están en marcha. Por eso los buenos científicos siguen investigando y los buenos lectores siguen leyendo. Pronto amas más las preguntas que las respuestas, descubres el placer en la energía que te recorre con la duda. No es la duda del miedo; es la duda de la libertad, la duda de ir de la mano de tu propia curiosidad y de ninguna otra mano.
La escritora libanesa Joumana Haddad ha expresado bien la diferencia que marca la lectura, la buena lectura, en un entorno externo represor:

[…] a pesar de mi formación tradicional y del peso del miedo, internamente crecí libre porque mis lecturas me emanciparon (y la libertad, según fui aprendiendo con el tiempo, empieza en la mente antes de reflejarse en la expresión y la conducta de una persona).* (34)

Demasiado volcados en lo público y en lo social, olvidamos que la libertad nace de dentro, en la vida interior. Y el mejor alimento para esa vida interior, para fomentar ese deseo libertad es la lectura de buenos libros. Porque la libertad es un acto de la imaginación; es primero soñarse diferente, imaginarse diferentes respuestas a nuestras múltiples preguntas. Hay libros que nos imponen un destino y nos cierran la imaginación; hay otros que nos arrojan a nuestra libertad interior en mitad de un mundo oscuro, lleno de condicionamientos y restricciones.

 
Nuestra civilización es cada vez más centrífuga, volcada hacia lo externo. Vamos perdiendo una cultura centrada en la reflexión individual, en las preguntas que crecen desde dentro. Somos bombardeados permanentemente con soluciones que se anticipan a nuestras necesidades —espirituales, comerciales o alimenticias— creándolas. Estamos haciendo una civilización de impulsos, de respuestas conductistas programadas. Es lo contrario de la libertad, es lo contrario de la imaginación.
La mayor parte de los libros que producimos tienen muy poco valor. Pero hay unos pocos libros, unos textos que han sobrevivido a los siglos porque sus preguntas siguen sin contestar a la espera de que les demos respuestas provisionales y que nos convencen de que, por más que nos fastidie, somos seres humanos frágiles, confusos e ignorantes. Pero eso nos hace querer ser mejores. Es la conciencia de esa fragilidad la que nos hace respetar a los demás, la que nos hace dialogar, buscar soluciones mejores a preguntas que nunca tendrán respuesta definitiva, afortunadamente. En el otro lado están los que tienen soluciones perfectas y para siempre, los que no dudan nunca, los que consideran que preguntar es peligroso o de mal gusto.
Decía Henri Bergson que la Naturaleza había producido dos obras maestras: por un lado el máximo orden, los insectos sociales, en los que todo está programado genéticamente; por otro lado, en el otro extremo, la libertad humana. Las hormigas no leen. Muchos seres humanos han dejado de hacerlo.

* Joumana Haddad (2011): Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe rabiosa. Ed. Debate, Barcelona.
 
(*) Este texto ha sido publicado en el blog "Pisando charcos", con motivo del Día del Libro, el 24/04/2011
http://pisandocharcosaguirre.blogspot.com/2011/04/las-hormigas-no-leen.html

domingo, 3 de abril de 2011

Biblioteca Nacional: boletín de actividades de abril 2011

http://www.bne.es/es/Actividades/AgendaMensual/Agendas2011/marzo2011/doc/bolmarzo2011.pdf

XV certamen de Teatro universitario de la UCM

Tienes toda la información (días, obras y localización) en la siguiente dirección


El sillón Z de la RAE será complutense

Presentadas tres candidaturas a la silla Z de la Real Academia Española En su sesión de hoy jueves, el Pleno de la Real Academia Española (RAE) ha sido informado de la presentación de tres candidatos para ocupar la silla Z, vacante desde el fallecimiento de su último titular, don Francisco Ayala, el 3 de noviembre 2009.
La convocatoria de esta plaza se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 21 de febrero y, tras finalizar el período de admisión de candidaturas el 23 de marzo, la votación se efectuará en la sesión plenaria del próximo 7 de abril.
Los aspirantes a esta plaza de académico numerario son —citados por orden de recepción de sus candidaturas en la Secretaría de la RAE— los catedráticos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) don Santiago Muñoz Machado, don Andrés Amorós Guardiola y don José B. Terceiro Lomba.
Tal como establece el artículo X de los Estatutos de la RAE, que fija las normas de ingreso de nuevos miembros en la corporación, cada una de estas candidaturas está avalada por tres académicos.
La del catedrático de Derecho Administrativo de la UCM don Santiago Muñoz Machado (Pozoblanco, Córdoba, 1949) cuenta con el respaldo de don Eduardo García de Enterría, don José Manuel Sánchez Ron y don Pedro García Barreno.
Los firmantes de la candidatura del catedrático de Literatura Española de la UCM don Andrés Amorós Guardiola son los académicos don Manuel Seco, don Gregorio Salvador y don José Luis Sampedro.
Al catedrático de Economía Aplicada de la UCM don José B. Terceiro Lomba le han presentado los académicos don Francisco Rodríguez Adrados, don Juan Luis Cebrián y don Álvaro Pombo.
La RAE cuenta con un total de 46 sillas académicas. Actualmente, además de la Z, están vacantes la e y la n, que ocupaban don Miguel Delibes y don Valentín García Yebra, respectivamente. La plaza de la silla e ha sido convocada en el BOE del 10 de marzo y el plazo de presentación de candidaturas terminará el 9 de abril. Las votaciones se celebrarán el 5 de mayo próximo.